El debate por los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz[i]

 

 

Tanto se ha dicho de la organización, costo, beneficio e impacto de los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz para mediados del mes de noviembre de este año, a favor y en contra, que bien vale la pena hacer un análisis serio al respecto.

 

Primero, esta justa deportiva que albergará a 31 países se realiza cada cuatro años en algún país de la región, y su objeto principal es la preparación y competición de atletas de 47 diferentes disciplinas para los juegos panamericanos y por supuesto, los juegos olímpicos. Veracruz obtuvo la sede en el año 2009 para organizar y celebrar esta justa deportiva cinco años después. Se espera que arriben al Estado 5,700 atletas en total y la fiesta durará 16 días en total. Para su adecuada realización se utilizará la infraestructura de seis de los municipios más importantes del Estado.

 

¿Qué países verdaderamente competitivos a nivel global vienen a Veracruz? A manera de resumen, y tomando como referencia el medallero final de los JJ. OO. Londres 2012, le comento que Cuba quedó en el lugar número 15 con 14 medallas en total; Jamaica lugar número 18 con 12 medallas en total; Colombia (que no es un país de Centroamérica ni del Caribe pero viene a la justa) lugar número 38 con 8 medallas en total; México lugar 39 con 7 medallas en total; República Dominicana lugar número 46 con 2 medallas en total; Trinidad y Tobago lugar 47 con 4 medallas en total y; Bahamas y Granada en el lugar 50 con una medalla en total cada uno. Si sumamos las medallas totales de todos estos países da un gran total de 49 metales (5 % del total de medallas en competencia). Todos ellos lejos, muy lejos de potencias deportivas como Estados Unidos, China, Gran Bretaña o Rusia, entre estos últimos consiguieron 338 medallas en aquella justa, que representaron el 36 % del total de medallas en competencia. Así de entrada el nivel deportivo.

 

¿Cuánto costarán los juegos y quién aportó esos recursos? Según declaraciones de diferentes autoridades federales y estatales así como de documentos oficiales, los Juegos de 2014 tendrán un costo de 3,500 millones de pesos. Recursos que han sido ya aportados por ambos entes en su mayoría y a lo que habrá que sumarle recursos por concepto de patrocinios de la iniciativa privada y recursos de los organismos deportivos internacionales. Mi estimación personal revela que costarán en total cinco mil millones de pesos (384 millones de dólares aproximadamente). Es muchísimo dinero pero, comparado con los costos de otras justas deportivas como los Panamericanos de Guadalajara en 2011 que costaron 1,343 millones de dólares o las Olimpiadas de Londres 2012 que costaron 14,147 millones de dólares, pues no es tanto.

 

¿En qué beneficia a los veracruzanos la organización de estos juegos? Pues en mucho. Esta justa representa lo que en economía se llama externalidad positiva, una situación que afecta de manera favorable a todo el entorno. Se han mejorado las instalaciones deportivas de los municipios más importantes del Estado (Boca del Río, Córdoba, Coatzacoalcos, Túxpan, Xalapa y Veracruz). Se beneficiará a los prestadores de servicios turísticos en aquellas ciudades. Se mejorarán las vialidades para poder transportar a los atletas y a sus familias. Se posiciona el nombre del Estado a nivel regional y se crea una derrama económica importante que detona una cadena productiva importante para un año económicamente muy difícil.

 

¿En qué afecta a los veracruzanos la organización de estos juegos? Sin hacer hincapié en la molestia temporal que las obras de remodelación o construcción de infraestructura implican, se podría analizar el costo de oportunidad de haber invertido parte de esos cinco mil millones de pesos en otros rubros como infraestructura carretera, portuaria, ferroviaria, pavimentación de calles principales de los municipios más importantes o de los más rezagados, alumbrado u otros servicios.

 

Lo que hay que dejar en claro es que, de no ser sede de los juegos nada hubiera sucedido. Ni la remodelación de unidades deportivas, ni la llegada de los atletas (turistas), ni el gobierno federal hubiera mandado esos recursos, ni nada. Así que de entrada los pros son más que los contras.

 

El debate entonces se reduce a saber ¿en qué se ocuparon esos recursos, quién se benefició más con las licitaciones o si hubo actos de corrupción? Las respuestas a estas interrogantes las tendremos a la vista el próximo 14 de noviembre, cuando arranquen los juegos.

 

En mi opinión, los juegos son positivos por lo económico. Lo deportivo ya quedó muy claro, no hay nivel. Lo social se nos quedará (las instalaciones). Lo político habrá que analizarlo al final.

 

Más que los deportes, lo que está en juego es la reputación de Veracruz.

 

Y la de México, también.

 

[i] Autor Carlos Robles Saldaña. El autor cuenta con estudios de Licenciatura en Economía por la Universidad de las Américas en Puebla así como de Maestría en Administración por el ITESM. Se ha desempeñado en el sector internacional, privado y público.

 

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