La Felicidad

Es el anhelo de todo ser humano. Todos aspiramos a ella.

Suena a algo utópico, pero es real.

Sin embargo, pocas personas se concentran en las actividades o actitudes que les llevarán a conseguirla.

Cuando en una ocasión me preguntaron qué era la felicidad para mí, me lo pensé muy bien antes de responder.

Pude haber contestado de bote pronto cosas como tener riqueza o fama y un sinfín de opciones banales. Eso sin duda haría mi vida más cómoda, pero no era mi respuesta ideal.

Después de un buen rato meditándolo, descubrí que la felicidad como tal no es algo tangible.

Se refiere más bien a la sumatoria de pequeños momentos de triunfo, éxito, paz, estabilidad y armonía que vamos acumulando a lo largo de nuestras vidas.

Piénsalo de esta manera, ¿cuándo fue la última que te sentiste feliz? Ése momento que tienes en tu mente, ¿contiene fundamentalmente aspectos económicos o de popularidad? Obviamente no.

El dinero es importante, sí, lo es. El reconocimiento de la sociedad también.

Pero para mí lo más importante es dar. Compartir.

Que mi familia y el mundo entero tomen lo mejor de mí.

Estoy enfocado en dejar una huella auténtica que trascienda la barrera del tiempo.
Tan solo pensar en ello me hace feliz.