Café con letras dedicado a Salvador Díaz Mirón en MAEV
Veracruz, Ver., 30 de mayo de 2018.- El “Café con Letras” de mayo está dedicado a evocar algunas páginas de la vida y obra del gran poeta veracruzano Salvador Díaz Mirón (1853-1928).El Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) los invita a esta velada literaria que se realiza el jueves 31, a las 19:00 horas, en el Museo de Arte del Estado (MAEV). La entrada es gratuita.
Hablar del poeta Salvador Díaz Mirón a noventa años de su fallecimiento es reconocer que su obra está asociada al gran cambio que sufrieron las letras hispanoamericanas bajo el Modernismo.
Salvador Díaz Mirón junto con Manuel Gutiérrez Nájera y Enrique González Martínez le dieron vuelta a la página sentimental del romanticismo tardío para incorporar nuevas concepciones lingüísticas que sin demérito del sentimiento y la emoción inherente al arte poético, enriquecieron el lenguaje literario de su tiempo dejando una huella imborrable para los poetas que destacaron hasta la mitad del pasado Siglo XX.
El 14 de diciembre de 1853 nació Salvador Díaz Mirón en el Puerto de Veracruz y el 12 de junio de 1928 murió en la misma ciudad. Estudió en el seminario, como muchos jóvenes del siglo pasado; pero su formación fue liberal.
Su temperamento explosivo lo lleva a enfrentarse a tiros con sus contrincantes políticos, y a la prisión en distintas ocasiones.
Cuatro años pasó en la cárcel de Veracruz a partir de 1892, por haber matado en defensa propia, a Federio Wólter, de Tlacotalpan. Al volver a la vida activa, Díaz Mirón ya no es el mismo. Sale de prisión a una existencia menos riesgosa, más conciliadora, al menos en apariencia.
Continúa su labor como periodista, directa o indirectamente apoya, siendo diputado, la dictadura de Porfirio Díaz.
Posteriormente acepta la invitación de Victoriano Huerta —consumada ya la traición a Madero— a dirigir El Imparcial, el periódico oficial del régimen. A la caída de Huerta huye a España y posteriormente va a La Habana, donde se mantiene como profesor.
A partir de 1917, los intelectuales infieles a la Revolución comienzan a regresar a México. Venustiano Carranza los ha amnistiado y también ha invitado a muchos de ellos a participar en la vida pública.
Álvaro Obregón ofrece en 1921 una pensión a Díaz Mirón, pero éste no la acepta. En 1927, rechaza también un homenaje nacional que un grupo de escritores quiere hacerle.
Este mismo año es nombrado director del Colegio Preparatorio de Veracruz (antes había dirigido el de Xalapa), en donde golpea a un alumno. Estalla la huelga estudiantil. Díaz Mirón renuncia al cargo y se encierra en su casa. Al año siguiente, después de una enfermedad que dura algunos meses, muere a los setenta y cinco años de edad.
Lascas es la consagración de Díaz Mirón como poeta. El libro recoge poemas que escribió en la prisión y después en Xalapa. Si antes la crítica no le había escatimado elogios, con este libro confirma que está frente a uno de los poetas más importantes de la lengua española.