Libre de Humo; Quiero estar mejor representado

Quiero estar mejor representado

 

 

¿Alguna vez ha pedido Usted trabajo en algún lugar? Cuando ha sido el caso, ¿cuál es la ruta normalmente usada para llegar a la meta (obtener el empleo)?

 

Parto de esas dos preguntas que hoy me parecen de lo más relevante y a la vez me hacen pensar en la clase de legisladores y Presidente que tenemos en la actualidad.

 

La Constitución Política de México establece en sus Artículos 55 y 56 que los requisitos para ser Diputado (a) Federal y Senador (a) respectivamente son: ser mexicano de nacimiento, tener cumplidos al día de la elección de que se trate 21 años para una curul en la Cámara de Diputados y 25 para la de Senadores, ser originario de la entidad federativa que se quiere representar o contar con la residencia mínimo seis meses antes de la fecha de la elección, no estar en activo al día de la elección en alguna administración pública, no estar activo en el Ejército o alguna fuerza pública y no ser Ministro de Culto religioso. Eso es todo.

 

Asimismo, para ser Presidente de la República se requiere todo lo anterior pero con una edad mínima cumplida de 35 años antes del día de la elección y haber radicado en el país un año entero antes del día de la elección.

 

No me sorprende pues el bajísimo nivel de legislación y toma de decisiones que tenemos en Veracruz y por supuesto en todo México. En ningún lugar de nuestra Carta Magna se menciona algo referente a algún grado de estudios mínimo necesario requerido para ser legislador o Presidente, tampoco se habla de cuántos años previos de experiencia en el ramo se necesitan, no les solicitan constancias laborales y de estudios que acrediten su desempeño curricular, nadie les exige cursos de actualización en diversas materias, nadie los examina psicométricamente y tampoco se les solicita saber otro idioma. Nada. Se asume que saben leer y escribir, pero ni siquiera ello queda establecido en la legislación.

 

Los candidatos a algún puesto de elección popular nos venden como un plus que hagan públicas sus declaraciones patrimoniales, fiscales y de intereses para que los ciudadanos pensemos que son gente decente. Si alguno de ellos cuenta con estudios o experiencia nos dicen que ellos sí sabrán gobernar.

 

Yo no me trago ese cuento.

 

Me gustaría que se modifique la Ley y se exija, como a cualquier otra persona que busca un empleo, ciertas calificaciones, exámenes, experiencia y dado que van a representarnos a muchos lo deseable sería que cuenten con el perfil adecuado. No excluyo con esto último a ninguna profesión o licenciatura reconocida por la Secretaría de Educación Pública puesto que de eso se trata la representación, de sabernos involucrados todos. A lo que me refiero es que podría ser mucho más productivo en el área médica de investigación un Oncólogo Pediatra, en el ramo de la Física Cuántica un Doctorado en Matemáticas, en el área de la Biología Marina un Doctorado en Ciencias Naturales o en la rama de la Tecnología y las Comunicaciones un Doctorado en Circuitos, entre muchos casos. Todos los ejemplos anteriores con certeza absoluta poseen mejores perfiles que muchos de los actuales políticos corruptos e inútiles que tenemos.

 

Estoy muy de acuerdo que quien tenga estudios superiores de algo nos represente con responsabilidad. Quien no los tenga no es merecedor de esa oportunidad.

 

Hago una única excepción: las zonas serranas indígenas. Quienes viven en esos distritos se rigen tradicionalmente por usos y costumbres. Salir de sus localidades implica un gran esfuerzo psicológico, social y económico. No todos lo logran así que supongo estarían dignamente representados por uno de los suyos que al menos tenga bachillerato. Licenciatura sería extraordinario pero no forzosamente necesario. En todos los demás distritos el requisito de escolaridad mínima debería ser Maestría o algún grado de especialidad.

 

Los legisladores y Presidentes electos tienen una gran salida para esquivar toda mi argumentación: fueron electos en las urnas y la gente decidió aceptarlos así tal cual son. Cierto, el problema es que cada vez que nos encontramos frente a frente con la boleta electoral -del tipo que sea-, votamos por la opción menos mala, nunca por la mejor. Triste pero cierto. Analícenlo.

 

Concluyo haciendo un llamado desesperado a todos los veracruzanos y en general a todos los mexicanos: ¡dejemos de tenerle miedo a la protesta! No se trata de ir y hacer marchas porque sí, por el puro gusto de hacer revueltas. Se trata de exigir mejores autoridades de manera inteligente, pacífica y dando muestras de la madurez que vive nuestra sociedad. ¿A quién hay que pedirle esto? A los actuales legisladores. ¿Sería difícil que nos hagan caso? Sí, pero no imposible. Siempre habrá un (a) representante popular dispuesto (a) a escuchar a los ciudadanos sensatos con peticiones viables. Razonables.

 

Por ningún motivo esta solicitud implica demeritar o sobajar a un representante popular (candidato o ya en funciones), todo lo contrario. Implica invitarlos a mejorar, a prepararse, a actualizarse. A volverse profesionales. Eso se nos exige a todos los empleados en cualquier trabajo así que es normal.

 

Pedir no empobrece dice el dicho.

 

Hagámoslo.

 

@carlosroblesmx

 

 

 

 

 

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