Jeremías Zúñiga
La Organización y Participación Ciudadana: determina el rumbo de México.
Pobreza, violencia, delincuencia, corrupción, atraso educativo, endeudamiento de las finanzas públicas, carencia de infraestructura en los servicios públicos, inexistencia de un proyecto de nación de mediano y largo plazo; son algunas de las consecuencias que provoca la falta de organización y participación ciudadana en los asuntos de política, democracia y gobierno.
Los ciudadanos tenemos la intransferible responsabilidad de elegir a las mujeres y hombres mejor cualificados para gobernar y legislar. Construir un proyecto de nación es un asunto que involucra a todos los mexicanos, pero compete al poder ejecutivo y legislativo. Toda vez que, definir el rumbo de un país no debe estar sujeto a la popularidad de las ideas y mucho menos a las ocurrencias de personas bien intencionadas que carecen de conocimientos profesionales para el diseño e implementación de políticas públicas que impactan de manera positiva o negativa a la sociedad.
México cuenta con las riquezas naturales, la ubicación geográfica y el recurso humano suficiente para revertir progresivamente los niveles de pobreza en que viven más del 60% de las familias mexicanas. Sin embargo, se requiere de la participación de los mexicanos en los temas de interés público, para provocar la voluntad política -de hacer las cosas- de los poderes ejecutivo y legislativo. Componer a México es un asunto que involucra a todos los sectores de la sociedad. Pensar que alguien más va a hacer lo que a cada uno le corresponde; es tanto como creer en las cifras que dan a conocer las autoridades, las cuales indican que le economía va muy bien, que hay empleo suficiente, educación de calidad, disminución de la violencia y la criminalidad, que se está revirtiendo la corrupción, que se fortalece la democracia…
Los mejores sistemas políticos, democráticos y de gobierno son impulsados a través de la participación ciudadana. Creer en cambios mágicos es dejar de pensar. La clase política requiere el estímulo que provoca la participación y fiscalización de la ciudadanía y los medios de información, para lograr la eficiencia, suficiencia y oportunidad en las acciones de los funcionarios y servidores públicos.
Por tanto, es indispensable que la ciudadanía y los medios de información se organicen para participar conjuntamente en todos los asuntos de política, democracia y gobierno, con la finalidad de generar un contrapeso que combata la corrupción, la impunidad y los abusos de poder de políticos y servidores públicos que creen, porque no piensan, que su cargo los hace superiores a los ciudadanos, siendo lo contrario: sólo trabajadores temporales al servicio de los ciudadanos.
Los mexicanos debemos pasar de espectadores de la política, la democracia y el gobierno a actores en la construcción de un proyecto de nación que marque el rumbo hacia el progreso y desarrollo de las familias mexicanas.
Si cada individuo sabe el papel que le corresponde actuar dentro de la sociedad todo tiene sentido.
#SiPodemosComponerMéxico
Dr. Jeremías Zúñiga Mezano
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