Murió policía en horas de servicio
Minatitlán, Ver.
Antes de su muerte el comandante, Pedro Francisco Barrios de León, fue reconocido por los comerciantes de esta localidad porque desmanteló y capturó a una banda de ladrones armados que asaltaban las tiendas a plena luz del día
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado, confirmó la muerte por causas naturales del comandante de la Policía Estatal con base en Minatitlán, Pedro Francisco Barrios de León, de 45 años de edad, quien contaba con seis años de servicio, siendo originario del municipio de, San Andrés Tuxtla.
El comandante Barrios, como se le conocía, al parecer, ya que así lo dijeron sus compañeros, murió de un infartó al miocardio el día miércoles en horas de servicio, mientras se encontraba en el cuartel de la SSP ubicado en la colonia, Los Maestros en Minatitlán, justo en los terrenos del deportivo 18 de marzo; sin embargo la versión oficial es que falleció en su domicilio ubicado en San Andrés.
El caso es que este policía fue premiado hace apenas unos días con la medalla al valor banda de honor, junto al grupo que él comandaba en Minatitlán; fue reconocido por la cadena de tiendas de conveniencia Oxxo, ya que pensó en un acertado plan para capturar a los asaltantes que los traían de encargo, los mismos que robaron con violencia y a mano armada a decenas de tiendas OXXO, en Minatitlán y Coatzacoalcos.
Y es que de todos es sabido, que Barrios y su grupo, enviaron al Penal de Coatzacoalcos a los asaltantes que no solamente habían robado en las tiendas OXXO, sino también en Farmacias Yza, porque estos ladrones tenían la osadía de asaltar una y regresar otra vez a dar el golpe en los mismos lugares.
Indicó el organismo, que se trató de un elemento de proximidad ciudadana, profesión que desempeñó con gran ahínco, ganándose la confianza de la ciudadana gracias a su tenacidad y constancia al momento de ejercer el noble oficio de Policía.
Y esto es algo que los comerciantes del centro de Minatitlán confirmaron, porque recordaron que Barrios, tenía la costumbre de entrar en todos los negocios día y noche, con la intención de asegurase que su sector estuviera bien protegido, y fue así que muchos dueños de establecimientos dijeron que fue gran Policía, pero más que nada un gran amigo.