“Esta pesado Michoacán” fueron las palabras  de bienvenida al llegar a Morelia. Viajamos al Estado de Michoacán, por invitación de un grupo de ciudadanos y empresarios michoacanos que buscan colaborar en la reconstrucción del tejido social. En esta visita buscamos dialogar con todos los sectores de la sociedad para conocer la visión y sentir de quienes padecen y viven los conflictos en la zona.

En Michoacán la gente sonríe

Al recorrer las calles de Morelia observamos que las expresiones en los rostros de niños, adolescentes, jóvenes, padres de familia y abuelos eran de alegría, inclusive la gente que caminaba sola sonreía. Cabe señalar que este mismo ejercicio se ha realizado en otras ciudades del país, donde viven circunstancias más favorables y los rostros que predominan son de preocupación, tristeza o desesperanza. Esto pudiera tener diversas explicaciones sociológicas o antropológicas, sin embargo preferimos preguntarles a los michoacanos si eran felices, las respuestas contundentes, sí, aunque algunos posteriormente describían la pobreza en que viven. En lo particular considero que los michoacanos están acostumbrados a vivir en un entorno adverso y en conflicto, son personas muy valientes y atrevidas, lo que no significa que no tengan miedo o preocupación.

Pobreza, Turismo y Migración

La pobreza en Michoacán está a la vista, por donde se mire, se observa la escasez de recursos en los bienes y propiedades de la población, aunque también hay fraccionamientos privados donde la riqueza –concentrada en pocas familias- ofende a la mayoría de los habitantes que viven en condiciones de marginación.

En Michoacán a pesar que es muy barato en comparación con otras ciudades del país, no hay turismo, callo dramáticamente, esto dicho por los propios hoteleros, restauranteros y empleados del transporte público, “en estos momentos el turismo no viaja a Michoacán”, porque en los medios de comunicación sólo se destaca la violencia y los conflictos de la entidad. En algo coinciden todas las personas con quienes platicamos cito “ya no queremos que Michoacán sea la nota roja del país, que no se hable sólo de la violencia o la delincuencia del Estado, no todos los michoacanos somos delincuentes o autodefensas”. Dos características tienen la mayoría de las familias michoacanas: la pobreza; y que al menos uno de sus miembros ha migrado de la entidad, lo que hace más complicado resolver la problemática de la reconstrucción del tejido social, tomando como referencia que la familia es el eje central del mismo.

El miedo no se oculta

Desde que llegamos y con quienes platicamos nadie escatimo palabras para decirnos que tuviéramos mucho cuidado, que la situación estaba más peligrosa de lo que se leía o informaba en la prensa; lo cual constatamos al observar los operativos de seguridad de las autoridades; en Michoacán el personal de resguardo no oculta sus armas, por el contrario están a la vista, permanecen alertas ante cualquier agresión, esto se entiende, porque los operativos de las autoridades han provocado la captura de muchas personas vinculadas con actividades ilícitas.

El operativo federal para recuperar el orden y tranquilidad

En Michoacán la población está a favor del operativo federal para recuperar el orden y control del Estado, sin embargo la población cuando lo dice, lo hace en voz baja, porque el miedo es general y no distingue condición o estatus, la preocupación primordial, salvaguardar la integridad física, la confianza en la sociedad es un bien escaso. Cuando platicamos con algunos ciudadanos en la calle, la primera pregunta que nos hacían era “son del gobierno” lo que nos llevaba a explicarles que no, que habíamos sido invitados por un grupo de ciudadanos para ayudar en la reconstrucción del tejido social, a través del programa de Comunidades Seguras, el cual tiene como objetivos: fortalecer la convivencia familiar y vecinal; recuperar los espacios públicos para la convivencia social; aplicar políticas públicas para mejorar la calidad de vida de los michoacanos; lograr que todos los niños, adolescentes y jóvenes vayan a la escuela; generar  una alianza entre sociedad y gobierno para trabajar juntos con una sola visión; establecer estrategias con las cámaras empresariales para generar oportunidades de trabajo que permita a los jóvenes tener expectativas positivas de vida; capacitar a las personas para que puedan construir un proyecto de vida; recuperar la solidaridad, inclusión y colaboración de la sociedad; entre otras más de acuerdo a los estudios de campo que se realicen.

Haciendo un análisis de la situación, es altamente probable que el operativo del gobierno federal funcione a corto plazo, es decir, se va a reestablecer el estado de derecho en muy corto tiempo, me atrevo a señalar que en 2015 habrá condiciones de gobernabilidad, aunque dos cosas en lo particular me preocupan: primero. Que en este momento no hay plan B, si falla la estrategia se van agudizar los problemas, y no sólo en Michoacán, se puede extender la problemática a todo el país; segundo. Que la estrategia es a corto plazo y pregunto ¿Qué va a pasar cuando las autoridades federales retornen al altiplano? Porque el problema de Michoacán, como el de todo México, es la corrupción social, provocada por todos (padres de familia, maestros, medios de comunicación, políticos, gobiernos) la proliferación de la cultura “todo rápido y sin esfuerzo” está acabando con el orden social. Alguien comentó “el presidente se juega todo su capital político en Michoacán” a lo cual considero que en Michoacán se juega la seguridad y orden de todo México; por eso todos debemos hacer grandes esfuerzos para que esta u otras estrategias funcionen.

La preocupación de las autoridades municipales

En las reuniones con las autoridades municipales, fue evidente que la preocupación principal para los munícipes son las autodefensas, debido a que las expresiones de repudio de los problemas que viven, se focalizaron preponderantemente en descalificarlas, sin incluir los orígenes multifactoriales que provocaron el surgimiento de estos grupos, como la pobreza, corrupción o el crimen organizado, lo que hace suponer que para esta instancia, la preocupación primordial es que no avancen las autodefensas, debido a que ellas sí desplazan a la autoridad local  y a los gobiernos municipales les interesa conservar el poder.

Los Michoacanos necesitan la ayuda de todos  los mexicanos

Los problemas que se viven en Michoacán son la consecuencia de malos gobiernos y de la indiferencia de toda la sociedad, la mayoría de los michoacanos viven en pobreza, la riqueza se concentra aproximadamente en 200 familias, esto ha provocado un distanciamiento entre clases sociales; sin embargo no es conveniente seguir buscando culpables, esto no resuelve la situación de violencia, delincuencia, criminalidad, marginación y migración.

En Michoacán son más las familias que quieren vivir en paz

Cuando se piense en Michoacán, se debe tener presente que son miles de familias con niños, qué, como tus hijos o los míos, sueñan con ser médicos, abogados, bomberos, policías o maestros; no es necesario ser michoacano, mexiquense, veracruzano o de cualquier otra entidad de México o el mundo, para comprometerse a trabajar por otro ser humano que necesita ayuda, sólo hace falta -fraternidad, solidaridad y humanidad- darse cuenta que él puede ser tú. Sí hoy los niños sonríen a pesar de la violencia y la pobreza, imagina como vivirán si entre todos ayudamos a crear una comunidad con oportunidades para estudiar y trabajar, con la ayuda de todos los mexicanos esto es posible, sobre todo con tú ayuda. Si quieres un mejor presente y futuro para ti y tu familia, constrúyelo ahora.

Dr. Jeremías Zúñiga Mezano

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Correo: jeremias.zuniga@gmail.com

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